Antes siempre que iba por la calle, iba mirando al suelo.
Tú me enseñaste a ir con la cabeza alta, y ahora que ya no estás, sigo en esa postura.
Algún día dejaré de ir mirando al frente, buscándote de la mano de esa pelirroja, para volver a ir mirando al suelo.
Algún día.
No hay comentarios:
Publicar un comentario