D.

Aun así, admiro tu actitud de no permitir que vuelva a hacerte daño. Es algo muy maduro por tu parte, y, a decir verdad, algo que no me esperaba de alguien como tú.
Sé que tampoco está bien que ahora pretenda que "seas mío" de nuevo, pero, no sé, he estado pensando en qué -y, sobre todo, en quién- sería lo mejor para mi y tu imagen aparecía en mi cabeza todo el rato...
¿Qué más quieres que te diga? ¿Que me alegro de que hayas conocido a "otra gente", y que realmente espero que te vaya genial con quien encuentres?
Lo siento, no me gusta mentir. Preferiría decirte que me alegro de que aún te acuerdes de mi nombre, y que de haberme seguido queriendo, nos iría genial.